CORONAVIRUS Y BIENESTAR EMOCIONAL
En esta época de desestabilización, se hace imprescindible incorporar alguna actividad diaria que nos produzca sosiego, calma interna y paz, es preciso dedicar unos pocos minutos al día a hacer una meditación que pueda producir ese estado, y no confiar nuestro bienestar emocional a agentes externos.
Meditar nos aporta sosiego, calma y paz
Estamos viviendo unos momentos de fuerte desestabilización; confinamientos, problemas económicos por cierre de trabajos o reducción de las horas laborales, precarización de los trabajos, dificultades en la sanidad para atender todas las necesidades debido a los recortes realizados, crispación entre las diferentes posturas ideológicas, inestabilidad política, muchas de las cosas que creíamos ya no nos sirven y todavía no tenemos nuevas propuestas. Situaciones estas que desatan temor, ansiedad y la sensación de falta de futuro. Si ya antes era importante contar con un centro de gravedad interno, en estos momentos se hace indispensable.
10 minutos de meditación diarios ya nos ofrecen beneficios
Escoge un momento al día en el que puedas desconectar de tus quehaceres cotidianos durante unos minutos (10 minutos o 15 minutos serán suficientes), prepara un lugar adecuado para hacer estos trabajos, quizás un sillón o silla en el que te sientas cómod@ y con la espalda recta, o una alfombra en una estancia agradable, o una zona tranquila en un parque o en la montaña
Empieza por observar tu cuerpo, detecta aquellas zonas de tu cuerpo en las que sientas tensión y aflójalas, realiza el mismo ejercicio con los órganos internos (pulmones, estómago, intestinos) después aquieta también tus pensamientos. Una vez hayas conseguido un estado de relajación apropiado, puedes inicar la meditación.
puedes realizar un trabajo de meditación concentrando tu atención en un solo objeto
Para iniciar una meditación, puedes atender a tu respiración, observar cómo entra y sale el aire por la nariz, o atender a un sonido lejano, o mantener la visualización de una esfera o repetir una breve oración.
No importa aquello en lo que enfoques tu atención, lo importante es que cada vez que tu atención se despiste, porque aparece un pensamiento o porque cambias tu foco atencional, puedas retomar la atención y volver a la práctica propuesta.
Bastaran unos pocos minutos al día para que puedas conectar con una sensación de calma, paz y tranquilidad que te acompañara durante la jornada.
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